Es falso eso de que Sánchez se baja los pantalones ante Puigdemont.
El jefe del PSOE y su cuadrilla no tienen que arriar nada, porque desde hace tiempo entran a las reuniones con los golpistas de Junts y otros facinerosos con los calzoncillos por los tobillos y la prenda de prenda de marras en el antebrazo. Cuidadosamente doblada, para que no se deshaga la raya.
Le han tumbado al Gobierno Frankenstein su pringosa Ley de Amnistía y como es lógico, el personal se hace muchas preguntas. Pero no se confundan.