Sientes que te hace falta algo en tu vida?

Te sientes pleno?   Eres feliz?

Solo Cristo puede darnos esa plenitud, solo en el encontramos el gozo verdadero, delicias a su diestra, solo el puede darnos la llave del éxito.

 Efesios 2:1-3

2 Antes ustedes estaban muertos a causa de su desobediencia y sus muchos pecados. 2 Vivían en pecado, igual que el resto de la gente, obedeciendo al diablo—el líder de los poderes del mundo invisible, quien es el espíritu que actúa en el corazón de los que se niegan a obedecer a Dios. 3 Todos vivíamos así en el pasado, siguiendo los deseos de nuestras pasiones y la inclinación de nuestra naturaleza pecaminosa. Por nuestra propia naturaleza, éramos objeto del enojo de Dios igual que todos los demás.

En cada etapa de nuestra vida, Dios va con nosotros.

Vivimos frustrados porque estamos sobreviviendo creyendo que Dios no puede cumplir lo que prometió.

Es hora de florecer fundados en las promesas de Dios

Debemos desarrollar una fe como la de Abel.

José nos enseña a perdonar y a dejar atrás el pasado.

Jefté de igual manera nos enseña a no guardar rencor.

David nos enseña a no temer.

y finalmente debemos tener un corazón arrepentido como el del Hijo prodigo.

1. GANAR 

2. RESTAURAR

3. AFIRMAR

4. CAPACITAR

5. ENVIAR

El deseo del corazón de Jesús, es que nosotros como familia de Dios, nos amemos con un amor fraternal unos a otros, relacionándonos para conocer las necesidades de cada uno y compartir lo que Dios ha depositado en nuestra vida.

Hay tres días importantes en tu vida 

1. El día que naces

2. El día que naces de nuevo 

3. Y el día que comprendes para que viniste a este mundo.

Jesús nos encomendó una tarea específica, Marcos 3:14-15 nos enseña que mando a sus discípulos a predicar y les dio la autoridad para sanar cualquier enfermedad  y echar fuera demonios. Si tú  decidiste entregarle tu corazón a Jesús, te comprometiste con el más importante trabajo de tu vida y es mostrarle al perdido el camino para que encuentre la libertad que tú estás experimentando de la mano de Jesús.

El producto de las inversiones que hagamos, va a depender de la cantidad que dispusimos. Sin embargo, hay otros factores que influyen, y uno de estos es el conocimiento que tenemos en él área, debemos ser idóneos y los mejores en lo que sea que emprendamos, además debemos esforzarnos con perseverancia para obtener buenos resultados. En el camino tendremos obstáculos pero, sentirnos con lástima, no cambiará nada  sino nuestro trabajo fuerte de la mano de Dios.

Todos contamos con un recurso invaluable que es la clave para tu éxito, y es el tiempo! 

En qué lo estás gastando? 

No hay mejor lugar para invertirlo que en el reino de Dios!

3 La serpiente era el más astuto de todos los animales salvajes que el Señor Dios había hecho. Cierto día le preguntó a la mujer:

—¿De veras Dios les dijo que no deben comer del fruto de ninguno de los árboles del huerto?

2 —Claro que podemos comer del fruto de los árboles del huerto—contestó la mujer—. 3 Es solo del fruto del árbol que está en medio del huerto del que no se nos permite comer. Dios dijo: “No deben comerlo, ni siquiera tocarlo; si lo hacen, morirán”.

4 —¡No morirán!—respondió la serpiente a la mujer—. 5 Dios sabe que, en cuanto coman del fruto, se les abrirán los ojos y serán como Dios, con el conocimiento del bien y del mal.

6 La mujer quedó convencida. Vio que el árbol era hermoso y su fruto parecía delicioso, y quiso la sabiduría que le daría. Así que tomó del fruto y lo comió. Después le dio un poco a su esposo que estaba con ella, y él también comió. 7 En ese momento, se les abrieron los ojos, y de pronto sintieron vergüenza por su desnudez. Entonces cosieron hojas de higuera para cubrirse.

El que se queda resagado viendo a los demás crecer o el que toma el reto como Gedeón

de enfrentar sus miedos y cumplir con el propósito que Dios ha establecido para para tu vida.

El temor y menosprecio son los principales gigantes que obstaculizan el plan de Dios hacia ti.

Tener una mentalidad de Coraje Valiente te impulsa a ir más allá y vencer toda cobardía.