Timoteo y nosotros somos impulsados por Pablo a renovar nuestra fe en Jesucristo y a descubrir que nuestra existencia está unida a Él. Somos enviados a anunciar que la fidelidad de Dios nos fortalece en nuestra vida y misión. El evangelio nos remite a la voluntad de Dios expresada para nosotros desde siempre y que no nos deja lugar a ninguna duda en nuestro caminar: somos llamados a amar a Dios y a los hermanos. ¡Señor, que seamos fieles a tu amor como Tú lo eres con nosotros!