Mientras a nuestro Leito le queda 1 semana para poner la sagrada firma (y esta vez si se conectó...) y nuestra xesquita sigue con su trabajo, seguimos remando en este rio de emociones, donde compartimos nuestros momentos, nuestras historias, donde queremos dejar en nuestros recuerdos una fracción de nuestra historia, donde buscamos seguir creciendo para entregar un mundo mejor a esta sociedad enferma, a nuestras familias, a los que nos importan. Definitivamente, un capitulo diferente, donde nos damos cuenta que por más adulto que uno sea, nunca dejamos de ser hijos, donde afloran nuestras emociones y comienzan nuestras estupideces. Un capitulo especial, un capitulo diferente, un capitulo muy bien acompañado, donde vemos desde afuera un mundo con una mirada totalmente diferente, con una experiencia única, con una mirada al pasado que le permite ver un futuro esplendor. Cap. 17, con una invitada importante, que nos hizo ver errores, que nos hace pensar con su experiencia que, aunque el mundo te diga que no se puede, hay que luchar por lo que uno quiere, que cuando te digan que no será posible, sólo tu fe será tu freno, y que en esos pequeños milagros se obtienen recompensas de vida.