Las amistades crecen y se fortalecen a medida que pasan los años y se comparten tiempo y conversaciones de calidad. Estoy seguro que no puede llamársele amigo o amiga a una persona con la que compartes gran parte de la vida y en algún punto de la relación te das cuenta que no has mejorado en nada, y en el peor de los casos has involucionado.

Tengo varios amigos con los que cada vez que nos vemos, nos reímos y bromeamos, pero no hay encuentro que tengamos en el que no nos hagamos preguntas tales como: ¿Cómo está tu matrimonio?, ¿Cómo está tu manejo del estrés?, ¿Estás venciendo las tentaciones?, ¿Cómo está tu trabajo?, ¿Cuánto tiempo está compartiendo con tu esposa?, entre otras preguntas que buscan entrar a esa área de la vida donde se puede afectar la conducta, ese lugar donde solo entran las personas de confianza, esos amigos de verdad que pueden confrontarte para mejorar.