LA MUERTE - lo inevitable, parte del ciclo vital, lo que nadie le puede escapar. Cuando nos morimos, dejamos atrás el cuerpo físico y nos llevamos el cuerpo emocional, el mental y claro el energético, para seguir nuestro camino. Sin embargo, en el viaje el alma se puede perder, se puede quedar enganchada en la 4ta dimensión o anclada a este plano. Con la ayuda de métodos ancestrales y astrales, se puede encontrar el alma, si todavía no ha reencarnado, y encaminarla hacia la luz, si ese es su deseo. Es un acto de compasión hacía las almas en pena, personas sin cuerpo, que han sido olvidadas - guiarlas hacía la luz.