Analizando los días que me ha tocado vivir como nueva cristiana.
El ser una mujer cristiana no siempre es fácil, pero he aprendido a luchar y no caer, y cuando más frágil me siento, mi Maestro me enseña a no claudicar, El me ayuda y me protege. Ahora ya no estoy sola.
Analizando los días que me ha tocado vivir como nueva cristiana.
El ser una mujer cristiana no siempre es fácil, pero he aprendido a luchar y no caer, y cuando más frágil me siento, mi Maestro me enseña a no claudicar, El me ayuda y me protege. Ahora ya no estoy sola.