El otro dia, en medio de estas celebraciones escuché que alguien entraba a la casa de mis padres. Varios rostros vinieron a mi mente, intentando descubrir la identidad del visitante. Definitivamente no acerté en ninguno, pero me clavo la espina de la nostalgia, el que cada rostro pensado, era el de familiares ya fallecidos. Con amor para ellos y respeto para cada uno de ustedes, comparto mi reflexión.