Para que impacientarme, eso no acelera el camino, solo me genera ansiedad, preocupación y me baja la energía. Me resultó más saludable vivir mi proceso disfrutando el camino y, asombrándome en cada momento, por las señales que se presentan, como se me va mostrando la senda por la cual seguir, dejándome guiar por mi intuición, por ese llamado del alma. Principalmente, confiando en mi misma y teniendo certeza de que todo llega en el momento correcto, ni antes ni después.