Al principio, la sociedad que se formó en Nueva España durante los primeros siglos se caracterizó por la profunda influencia de los modelos españoles. Dicha sociedad tuvo una marcada disminución de población indígena debido a las epidemias y la pérdida paulatina de poder de ciertos grupos, como los conquistadores, los frailes, encargados de la doctrina cristiana, o los caciques de los señoríos indígenas.