¿Te han acusado injustamente o te persiguen palabras que no dijiste o actos que no cometiste? El Salmo 7 es la oración del corazón herido que corre hacia Dios. David no solo clama, también se examina, confía y termina adorando. Hoy aprenderás a invocar, examinar, pedir, descansar y alabar, incluso cuando la presión es real. Dios es tu escudo… y su justicia llegará.