Las bicicletas son para el verano. Y, en ocasiones, también los libros de texto. Cuando hay que estudiar en verano, pues no queda más remedio. Refrescamos la habitación e hincamos los codos.

En plenos exámenes, es fácil que los nervios se disparen. Así que hoy intentamos relajarnos.

La mayoría de las veces - sobre todo en cursos inferiores - las notas no dependen de "jugárselo todo a la carta del examen". Una manera de ir aprendiendo en una asignatura es hacer un trabajo. Y hacerlo bien.

Consejos para cada tipo de examen: tipo test, de desarrollo, oral…

Está claro, saber la respuesta correcta es básico para pasar un examen. Pero algunos consejos generales nos pueden ayudar a afrontar mejor aún la prueba.

De elefante o de pez. La memoria se puede trabajar y gracias a ella nuestro aprendizaje será cada vez más provechoso.

Acondicionamos nuestro lugar de estudio y comenzamos a hacer resúmenes.

Sábanas que se pegan, despertadores que deciden no sonar, siestas que se alargan o planes al sol… Son distintas las tentaciones para no ir a clase. Si las vencemos, ganamos.

¡No me da tiempo! ¡No llego a todo! El temario es enorme y voy a tener que "sacrificar" parte de él. Cuanto antes organicemos nuestro tiempo, mejor.

Abrimos por la primera página este nuevo espacio dedicado a las técnicas de estudio. Porque estudiar y aprender - a veces - no son lo mismo.