El Voluntariado Juvenil Internacional ofrece a los jóvenes la posibilidad de colaborar en tareas sociales, educativas o medioambientales, adquiriendo valores en culturas desconocidas y muy distintas a la nuestra. Además, el voluntariado juvenil internacional permite a los jóvenes ampliar su visión del mundo y conocer realidades muy diferentes de las que viven a diario en sus hogares, en sus barrios o en sus ciudades, desarrollando todos los valores y competencias mencionadas.
Numerosos estudios demuestran que después de un voluntariado juvenil internacional los jóvenes respetan más a sus semejantes, aprenden a valorar la diversidad cultural, se vuelven más tolerantes, más responsables y más comprometidos. Incluso valoran mucho más la relación con su familia, y son conscientes de lo afortunados que son en muchos aspectos de la vida, al vivir en un país europeo, con derechos y deberes claros y en el seno de una familia acomodada.
Ana Eseverri, directora de AIPC Pandora y Blanca Tulleuda, madre de Ana, una joven que viajó a Malasia para participar en un voluntariado, conversan sobre los efectos positivos de realizar un voluntariado en la adolescencia