Enojarse no está mal, lo que está mal es ser crueles con las personas que están cerca de nosotros cuando nos enojamos. El arte de controlar y dominar nuestras emociones nos permite ser razonables en situaciones límites, debemos aprender que ese control nos permitirá entender razones y hasta ser empáticos con las personas. Se trata de controlarnos en los momentos difíciles, te invito a escuchar Contracorriente.