La Buena Nueva según Mateo nos invita a adentrarnos en el corazón del Evangelio que presenta a Jesús como el Mesías esperado, aquel que cumple las promesas anunciadas desde antiguo. En sus páginas descubrimos a un Cristo cercano, maestro incomparable, que revela el Reino de los Cielos a través de parábolas, signos y un mensaje que sigue transformando vidas.

Este episodio te llevará a un recorrido espiritual por los momentos más luminosos de este Evangelio: desde la genealogía que une historia y esperanza, hasta el Sermón de la Montaña, donde Jesús traza el camino de la verdadera felicidad. Mateo nos muestra a un Jesús que mira con compasión, que llama con autoridad y que envía a sus discípulos —ayer y hoy— a llevar la Buena Nueva a todos los pueblos.

Acompáñanos a descubrir cómo este Evangelio sigue hablándole al mundo actual con una fuerza que no se apaga. Una palabra viva, desafiante y consoladora. Un mensaje que no sólo se escucha, sino que se abraza y transforma.

Prepárate para profundizar, emocionarte y renovar tu fe con la Buena Nueva según San Mateo. ¡Bienvenido!

A veces el cambio saca a la comunidad de su “zona de confort”. Tal vez ya todo estaba muy establecido, pero el nuevo sacerdote viene con ideas nuevas, con energía diferente, con un estilo propio. En lugar de resistirse, la comunidad puede aprovechar para fortalecer la unidad, escucharse más entre sí y redescubrir lo esencial: amar a Dios y al prójimo. San Francisco de Asís decía: “Comencemos, hermanos, porque hasta ahora poco o nada hemos hecho”. Cada nuevo sacerdote nos invita justamente a comenzar de nuevo, con esperanza y humildad.

Actualmente la moral de la humanidad se ha debilitado al punto que hemos tergiversado lo que está mal lo vemos como bien y viceversa. Nada más erróneo, nos confunden las tendencias y modas, hemos dejado de ser coherentes con nuestra fe. Todo lo anterior tiene sus consecuencias, de manera que debemos poner mucha atención a la moral y a la fe.

Todas las personas a lo largo de nuestra vida experimentamos separaciones, vivimos situaciones que comienzan y terminan, e incluso deseamos, anhelamos tener experiencias a las que al fin, tenemos que renunciar. Entendemos Duelo, como un periodo de tiempo en el que hemos sufrido una pérdida y vivimos una experiencia de asimilación e integración de la misma.

Las pérdidas y los cambios, es algo que forma parte de la vida, algo para que lo que estamos todos los seres vivos preparados, dependiendo del momento madurativo nos va afectar más o menos, dado que necesitamos mayor apoyo físico y emocional cuanto menos edad tenemos.

La Iglesia Católica, además de celebrar también el Mes del rosario, se dedica especialmente a despertar y avivar elespíritu misionero en todos los fieles a nivel mundial. Este mes tiene un significado importante para la misión, ya que se descubrió el continente americano, abriéndose así un nuevo camino en la historia de la Evangelización. Durante este mes, se incrementa esta animación misionera, participando todos en la oración, el sacrificio y aportando ayudas económicas a favor de las misiones, con el fin de que el evangelio se anuncie por todo el mundo.

Al compromiso concreto por los pobres también es necesario asociar un cambio de mentalidad que pueda incidir en la transformación cultural. En efecto, la ilusión de una felicidad que deriva de una vida acomodada mueve a muchas personas a tener una visión de la existencia basada en la acumulación de la riqueza y del éxito social a toda costa, que se ha de conseguir también en detrimento de los demás y beneficiándose de ideales sociales y sistemas políticos y económicos injustos, que favorecen a los más fuertes.

Miles de personas, especialmente jóvenes, buscan en las adicciones y en la aceptación social una manera de llenar ese vacío. El alcohol, las drogas, la pornografía, el juego, el celular o las redes sociales pueden convertirse en cadenas que esclavizan al ser humano. Vivimos en un tiempo marcado por profundas contradicciones: por un lado, la sociedad ofrece avances tecnológicos, posibilidades de comunicación y entretenimiento nunca antes vistas; pero, por otro, crece la soledad, la ansiedad y el vacío interior.

Hablar de vocación es hablar de respuesta, de un llamado que proviene de Dios y que interpela lo más profundo de nuestro ser. Desde el inicio de la creación, el Señor ha invitado a la humanidad a entrar en comunión con Él y a participar en su obra. El bautismo nos convierte en hijos de Dios, pero también en enviados, llamados a servir y a dar testimonio de la fe. Escucha este interesante tema.

UN MUNDO DIVIDIDO necesita urgentemente al Cristo que une en la cruz, Él abrazó a toda la humanidad: pobres y ricos, cercanos y lejanos, santos y pecadores. Su mensaje sigue siendo el mismo: “Que todos sean uno” (Jn 17,21). Este será nuestro tema en el programa de esta semana: “UN MUNDO DIVIDIDO”.

Descubriremos juntos cómo Jesús nos invita a la unidad, a dejar de lado los egoísmos y a construir un mundo donde la paz y el amor sean más fuertes que la división.

Vivimos en un tiempo marcado por la rapidez de los avances tecnológicos. En pocas décadas, la humanidad ha pasado de comunicarse por cartas y teléfonos fijos a enviar mensajes instantáneos y compartir videos en directo con personas al otro lado del mundo. Estas transformaciones no solo afectan la manera en que trabajamos o estudiamos, sino también la forma en que compartimos nuestra fe.