Ser valiente, es primero agradecer por cada situación vivida, como parte de un aprendizaje mayor. Existe siempre la opción de bajar los brazos y rendirse, así como abrazarse a la posibilidad que ofrecen los problemas. Ésta es parte de la historia en la que entendí que arriesgarme por mis sueños y soltar la estabilidad de un sueldo que me quitaba la libertad, es la mejor forma de aprender de la vida. Ser valiente es atravesar los miedos y saltar los muros de protección que nos hemos creado, solo para protegernos de nosotros mismos.