Todo proceso de construcción requiere un proceso, y la forma más amorosa de relacionarnos con nuestros procesos, es desde el respeto.

Respeto hacia los avances y los tropiezos, respeto hacia los ritmos cambiantes, hacia los errores y los aciertos, y por supuesto hacia todas las partes y versiones nuestras que se van revelando y transmutando en ese proceso.

Sin respeto no hay construcción. Por eso es nuestro sexto pilar como arquitectos de nuestra mejor realidad.

En este episodio te cuento por qué el respeto es la llave de la armonía, no solo con nosotros mismos, sino en todas nuestras relaciones. Y si quieres profundizar en las dos dimensiones del respeto: el mundo interno y el mundo externo, al igual que la práctica consciente y sostenida de esta herramienta del amor tan poderosa; tendremos una semana entera dentro de Alquimistas de Amor dedicada a ello.

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