Más de 120 barcos navegan sin bandera, con el GPS apagado y documentos falsos para esquivar las sanciones internacionales.
En alta mar, transfieren petróleo a otros buques sin ser detectados, moviendo millones fuera del radar global.
Esta red permite a Irán seguir vendiendo crudo y sostener su economía y programa nuclear.
También se ha reportado que algunos de estos barcos ayudan a Rusia a evadir sanciones energéticas.
Un sistema invisible que sigue desafiando a Occidente.
Fuente: La Razón, 20minutos, PanAm Post