La tentación de sentirnos “extraños" ante un mundo con sus estilos de vida y de gestión siempre estará presente para la Iglesia, con la posibilidad de adaptamos a él; ello le pasó a Israel y de manera sabia se le muestra a lo que puede someterse por buscar esa manera de ser y de vivir. El evangelio y su lógica nos hacen entrar en conflicto, pues Dios actúa de modo diferente al nuestro y cuestiona nuestra manera de ver la realidad y a los seres humanos, y de actuar en nuestro día a día. ¡Maestro, que tu Palabra nos transforme!