El problema más grande de los seres humanos es que tenemos la tendencia a culpar a los demás de nuestras desgracias. Por supuesto que nuestros logros raramente lo atribuimos a los que nos ayudaron.

Lo inesperado de tomar malas decisiones es que vendrán consecuencias, no es si vendrán o no, sino que es cuestión de ¿cuándo?

Súmate hoy al gran grupo de personas que buscan salir adelante con el favor de Dios y la gracia de Cristo.