A mediados de 1942, la guerra en el Pacífico se acercaba a un punto decisivo. Los rápidos ataques de Japón contra las colonias europeas en Asia habían provocado la conquista de casi todo el sudeste asiático. Pero el ataque por sorpresa de Japón contra la base naval estadounidense de Pearl Harbor en diciembre de 1941 no había destruido su capacidad ni su voluntad de resistencia. Las flotas aliadas y japonesas se enfrentaron en el Pacífico y en el Índico.