Según la Torá, los judíos deben seguir una dieta Kosher, ya que los alimentos que consumen se transforman en energía y forman parte de su cuerpo. Por esta razón, existen reglas especiales que promueven una vida saludable, y algunos alimentos están prohibidos. En términos generales, todos los productos de origen natural, como frutas, verduras y semillas, son Kosher. La única exigencia es que estén bien lavados y desinfectados, asegurándose de que no contengan gusanos o insectos; las hojas o frutos marchitos deben ser desechados. En cuanto a los pescados, solo se consideran Kosher aquellos que tienen aletas y escamas, como el salmón, la sardina y el atún. Por lo tanto, mariscos y camarones no son Kosher. Para los peces, no existen reglas específicas para su sacrificio. Respecto a las aves, la Torá prohíbe 24 especies, entre ellas el avestruz, el pelícano y las aves de rapiña. Sin embargo, las aves domesticadas como el pollo, el pato, la paloma, la codorniz y el ganso sí son Kosher. Su sacrificio debe seguir un procedimiento especial, conocido como Shejitá (o shechitah), en el cual un shojet realiza un corte rápido en la garganta del animal para minimizar el dolor y permitir que toda la sangre sea drenada, siguiendo también este método para los mamíferos permitidos. En cuanto al ganado, solo es Kosher si es rumiante y tiene pezuña partida, lo que excluye al cerdo, ya que aunque tiene pezuña hendida, no es rumiante, así como al conejo, caballo y camello, que son rumiantes pero no tienen pezuña partida. Además, productos procesados como chocolates y aceites deben cumplir con estas reglas. Un rabino certifica el proceso de fabricación para garantizar que el alimento cumpla con las normas Kosher, otorgando un sello que lo identifica como tal. Entre otras reglas importantes, los judíos no mezclan carne con productos lácteos. Después de consumir carne, deben esperar seis horas antes de consumir lácteos, y viceversa. El vino debe ser Kosher, debido a tradiciones que rechazan la idolatría, y los huevos solo son Kosher si provienen de animales que también lo son. Además, los utensilios utilizados para preparar alimentos Kosher nunca se mezclan entre productos lácteos y carne.