La Biblia nos enseña la manera en la que Dios espera que manejemos nuestro dinero y nuestras posesiones, muchos de los principios bíblicos no son los que nuestra sociedad promueve hoy en día, pero podemos estar seguros que los consejos sabios de Dios nos llevarán a tener vidas financieras saludables y agradables a él.