Los Avestruces cuidan de sus crías al protegerlas bajo sus alas tanto del sol como de la lluvia. Ante la amenaza de un posible depredador, los papás Avestruz, realizan una distracción, en la que el ave se precipita primero hacia el depredador y luego se deja caer, agitando las alas e inflando el cuello, pretendiendo estar herido. Mientras tanto, los jóvenes Avestruz corren para ocultarse, normalmente acompañados por una hembra, o se dispersan y se tumban en el suelo, donde son difíciles de ver.