Se nos va de ojo que este verano la tierra nos ha lanzado un mensaje de alerta definitivo sobre lo que, sí o sí, va a pasar, sino atendemos de una vez su llamada auxilio: temperaturas erráticas y asfixiantes; incendios sin fin que arrasan con extensiones inauditas de territorio; y temporales de viento y lluvia torrencial que descargan en horas el diluvio universal.
El clima ya ha dejado de ser predecible porque se han alterado los patrones naturales que daban fiabilidad a las predicciones estacionales, por efecto de un cambio climático que solo niegan los necios que encuentran su identidad jugando contra la razón lógica y científica, los que se benefician de la economía del despilfarro que esquilma el planeta y genera desigualdad: y el primo de Rajoy.
Ya no basta con ser individualmente responsable: sino que ahora toca cambiar nuestro estilo de vida consumista y exigir a los poderes públicos planetarios cambios de calado en el sistema económico productivo, una pedagogía social constante, y cortar las alas a los poderosos que niegan la mayor para que nada cambie. Y a los medios de comunicación para que dejen de aturdirnos con un mensaje errático que publicita los viajes al espacio de ricos, y oculta el ejemplo de las acciones que desarrollan decenas de miles de personas para que el pulso terrícola siga existiendo. ¡Que no se te vaya de ojo!