Biblia Textual (3ª revisión)
Romanos 8:1-4
1. Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Jesús el Mesías,
2. porque la ley del Espíritu de vida en Jesús el Mesías te ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
3. Porque lo que no pudo hacer la ley, ya que era débil por causa de la carne, lo hizo Dios enviando a su propio Hijo en semejanza de nuestra carne pecaminosa, y por el pecado, condenó al pecado en la carne,
4. para que la exigencia de la ley fuera cumplida en nosotros, que no andamos conforme a la carne, sino conforme al espíritu.