Tras de 16 años de rocanrolear, en noviembre de 1976, The Band organizó un concierto de despedida en el teatro Winterland de San Francisco. Durante ese legendario festín musical, celebrado en el Día de Acción de Gracias, Martin Scorsese filmó El último vals (The Last Waltz), sin duda, el mejor testimonio audiovisual del fin de una era en la historia del rock. 

The Beatles, Dennis Hopper, M. Antonioni, Barbet Schroeder, Jean-Luc Godard, Pink Floyd, Frank Zappa, Bob Dylan, Neil Young, Jerry García… cineastas-rockeros y rockeros-cineastas. Desde A Hard Day's Night y Magical Mystery Tour hasta Easy Rider y Zabriskie Point.

En los años sesenta del siglo pasado emergió una nueva generación de realizadores, en su mayoría protagonistas de la revolución cultural y comprometidos con los ideales transformadores de la época. Tanto en Estados Unidos como en varios países de Europa, la proliferación del movimiento contracultural modificó la manera en que los cineastas abordaron el tema del rock: por un lado se realizaron documentales de giras y conciertos; y por otro se hicieron películas de ficción, musicalizadas con temas de rock, que pretendían reflejar el sentir y pensar de la juventud.

La juventud de los años cincuenta del siglo pasado necesitaba un personaje que le diera identidad. En 1953, Marlon Brando encarnó al primer héroe juvenil en El salvaje (The Wild One), y más adelante, en 1955, el productor David Weisbart consolidó esa nueva figura con James Dean en Rebelde sin causa de Nicholas Ray. Dean falleció a los 24 años en un accidente automovilístico, un mes antes del estreno de la cinta. Si embargo, con su muerte nació un mito, el del héroe rebelde de corta vida, mismo que se instaló de inmediato en el imaginario juvenil. El productor Weisbart, visionario y monetarista desvergonzado, no tardó en encontrar al sustituto perfecto de Dean: Elvis Presley, número uno de la escena rocanrolera de los cincuenta. 

El rocanrol incursionó en el cine en 1955, cuando “Rock Around the Clock” de Bill Haley y sus Cometas sonó en los créditos iniciales de Semilla de maldad (Blackboard Jungle), película dirigida por Richard Brooks y en la cual Glenn Ford interpreta a un profesor que tiene que lidiar con un grupo de indomables en una escuela pública.

El cineasta británico Danny Boyle acaba de cumplir 66 años y sigue más activo que nunca. En fechas recientes ha dirigido varias series, entre ellas una sobre los Sex Pistols, y se acaba de anunciar que dirigirá un espectáculo inmersivo basado en The Matrix Resurrections. Para celebrarlo, en #BandaSonora revisamos la música en la filmografía completa del director de películas inmortales como TRAINSPOTTING, 28 DAYS LATER, SUNSHINE y SLUMDOG MILLIONAIRE.

Un viaje fílmico-musical a lo largo de una fina selección de 15 filmes de culto, esas películas transgresoras, polémicas y no convencionales que han trascendido en el tiempo gracias al culto cinéfilo que les rinden pequeños grupos de audiencias.

En este episodio revisamos la música que habita en la obra de uno de los mayores referentes del cine contemporáneo: el alemán Wim Wenders, creador de películas de altísimo nivel artístico como PARIS, TEXAS (1984), LAS ALAS DEL DESEO (1987), HASTA EL FIN DEL MUNDO (1991), TAN LEJOS, TAN CERCA (1993), HISTORIA DE LISBOA (1994) y LA SAL DE LA TIERRA (2014). Un elemento que sobresale de manera fundamental en la obra de Wenders es la música. En sus bandas sonoras cohabitan desde The Kinks, Count Five, Nick Cave, Lou Reed, Tom Waits, Julee Cruise, Patti Smith, Talking Heads, Daniel Lanois y (en particular) U2, hasta Madredeus, Laurent Petitgand y Buenavista Social Club.

¿Cuál es tu soundtrack favorito de los 80's? En BandaSonora seleccionamos los 20 mejores soundtracks de este maravillo periodo del siglo pasado, mismo que dejó para la historia un montón de películas con bandas sonoras extraordinarias. Desde THE BLUES BROTHERS, BLADE RUNNER y RUMBLE FISH, hasta PURPLE RAIN, LAS ALAS DEL DESEO y LA ÚLTIMA TENTACIÓN DE CRISTO.