En este episodio tratamos de mostrar las luces y sombras de uno de los gerentes generales más importantes de la historia de la NBA.
Cuando Michael se retiró en 1993, Jerry Krause acaparó toda la atención. Había dudas sobre si podría ensamblar un equipo de altura sin su máxima estrella. Pues bien, en 1995 firmó a Ron Harper como agente libre y llevó a cabo un trade mediante el que enviaba a Will Perdue a los San Antonio Spurs a cambio de un Dennis Rodman mucho más que fundamental en el segundo three-peat de los Chicago Bulls. Con la vuelta de Jordan al baloncesto, la plantilla estaba lista para volver a reinar y lo hizo inmediatamente, logran el por entonces récord de victorias de la NBA con 72 partidos ganados en la temporada 1995-96. Jerry Krause fue nombrado Ejecutivo del Año por segunda vez.
Entonces, ¿por qué es Jerry Krause el villano de esta película? Pues por su airadas desavenencias con el entrenador Phil Jackson y el propio Michael Jordan. La mala relación del general manager con ellos se convirtió en la mecha de una bomba que explotaría con los problemas contractuales de Scottie Pippen. El ego de Krause y su demanda constante de reconocimiento hicieron que las cosas se empezasen a torcer en los Chicago Bulls.