“¿Por qué sólo las películas llevan bandas sonoras?

Quizá un libro podría tener una también”. Con ese pensamiento, el periodista

estadounidense Ian Urbina decidió convertir su premiada obra literaria ‘The outlaw

ocean’ (2019) en un ambicioso proyecto

sonoro paralelo al que se han ido apuntando músicos de todo el planeta y desde

todas las ópticas. Detrás hay una investigación de cinco años que

fue publicando en ‘The New York Times’ sobre la última frontera sin colonizar:

los océanos.

Sus crónicas periodísticas hablan de mercenarios,

piratas y esclavos pero también de héroes anónimos que luchan en ese ambiente

hostil y sin vigilancia contra los abusos humanitarios y en defensa del medio

ambiente. Un tema muy goloso para una personalidad inquieta como la del

productor barcelonés beGun, un ingeniero de formación que en su música recoge

los ecos de los lugares a donde viaja y que ya se había preocupado por

fenómenos como la migración y el cambio climático.

‘Okeanídes’ propone una mirada sobre siete historias

del libro a través de paisajes profundos construidos con electrónica expansiva,

que tan pronto se acerca a los gemidos abisales de los islandeses Sigur Rós

como se adentra en el laberinto de mentes complejas de la escena experimental

contemporánea como The Range. Es este un proyecto de una belleza cautivadora

que captura los contrastes de los relatos de Ian Urbina, poblados de luces y

sombras; como si Werner Herzog se hubiera encontrado en sus años dorados con

Kraftwerk.  

José Fajardo