En esta haftará, el profeta Zacarías tiene visiones que simbolizan la restauración y la protección de Jerusalén. La primera visión es de cuatro cuernos que representan a las naciones que dispersaron a Judá, Israel y Jerusalén, y cuatro herreros que vienen a derribar estos cuernos. Luego, Zacarías ve un hombre con un cordón de medir que simboliza la expansión futura de Jerusalén. La tercera visión muestra a Josué, el sumo sacerdote, siendo perdonado y purificado por un ángel de Dios. Finalmente, Zacarías ve un candelabro de oro con dos olivos a sus lados, que representan a los dos ungidos, el gobernador Zorobabel y el sumo sacerdote Josué, quienes serán fortalecidos por el espíritu de Dios.