Beth Shapiro jefa científica de la empresa Colossal. Objetivo: Desextinguir algunas especies.
Beth Shapiro es la jefa científica de la empresa Colossal.
La que dice que desextingue especies del pasado.
Está valorada en unos 10.000 millones de euros.
Tan solo en el 2025 la compañía anunció que crearía ratones lanudos con genes rescatados del mamut.
Lobos gigantes con gentes extintos hace más de 10.000 años y avances en la reproducción asistida de aves.
Para resucitar al dodo, un pájaro que desapareció en el siglo 18.
Su próximo objetivo es recuperar al mamut lanudo usando como base al elefante asiático.
Su directora científica es una zoóloga estadounidense de 49 años.
Comenzó su carrera como periodista y luego se convirtió en una destacada investigadora del ADN antiguo.
Para ella, los lobos gigantes fueron la primera desextinción exitosa de la empresa.
Crearon tres ejemplares a partir de células de lobos grises actuales.
Y les introdujeron 20 cambios genéticos que son los característicos del extinto Canis Dirus.
Sin embargo, sus críticos aseguran que estos animales no son más que lobos grises modificados.
Para ser más robustos, grandes y blancos y que se asemejen a sus parientes extintos.
Pero nunca serán lo mismo.
La única forma de resucitar a una especie desaparecida, apuntan muchos expertos, sería clonando animales a partir de su genoma completo.
Lo cual, a día de hoy, es imposible.
Ya lo intentaron con el bucardo español.
Fue un éxito parcial en el campo de la clonación.
Hasta que la única cría murió a los 10 minutos de nacer.
Y de eso ya han pasado 20 años.
La edición genética en masa, la clonación y usar elefantas para gestar crías durante 22 meses.
Hay muchas cuestiones para debatir encima de la mesa.
Colossal vende la idea de que la ciencia ayuda a conservar a las especies que están a punto de desaparecer.
Sus fundadores son el genetista de Harvard George Church y el empresario Ben Lamm.
Y defienden que su tecnología puede restaurar ecosistemas degradados por el cambio climático y la presión humana.
Desde su creación en el 2021 Colossal ha recibido cientos de millones de dólares de financiación.
Hasta de Thomas Tull, uno de los creadores de Jurassic World.
La entidad planea criar a sus mamuts en Alaska y a los dodos en las islas Mauricio.
Los lobos gigantes siguen sanos, un año después de nacer.
Y están en una reserva secreta en Estados Unidos.
Los vigilan mediante dispositivos y drones.
De nuevo, los detractores nos recuerdan que no disponemos de ningún genoma completo de las especies extintas.
Y que si resucitasen, su hábitat natural ya no sería el mismo tampoco.
Con todo, Beth Shapiro sigue defendiendo a su empresa.
Ella considera que los lobos gigantes que vivieron en un hábitat de glaciaciones podrán adaptarse a los cambios.
Tienen dos machos y una hembra.
En un futuro planean que haya un grupo de seis ejemplares y que vivan en libertad.
Para conseguir a los lobos gigantes tuvieron que modificar 20 genes.
Ahora para lograr al mamut lanudo tendrán que efectuar cientos de modificaciones.
Pretenden que una elefanta asiática sea la madre de esta criatura.
Calculan que en tres años estarán listos para emprender este reto.
Los mamuts eran los ingenieros de su ecosistema.
Y pueden ayudar a esparcir semillas y nutrientes, airear suelos, cambiar la vegetación y fortalecer el entorno.
Desde Colossal advierten que es necesario perfeccionar estas herramientas.
Ya que la tasa de extinción es la mayor de toda la historia y del registro fósil.
Los conservacionistas les piden que salven primero a los animales en peligro actualmente.
Y Colossal les responde que cuando perfeccionen sus métodos de desextinción.
Luego piensan donar muchas de sus tecnologías gratis para la conservación.
Otra cuestión, casi de ciencia ficción, es si con estas innovaciones podrían revivir a un Neandertal.
O cualquier otra especie humana desaparecida del pasado.
En teoría disponemos del manual genético completo de los Neandertales.
Pero para revivirlo habría que reconstruir su genoma funcional, introducirlo en un óvulo humano modificado y luego implantarlo en un útero.
De momento es imposible.
No existen ni los óvulos, ni las condiciones experimentales ni tampoco los permisos legales para intentarlo.
Para muchos, Colossal es el capricho de unos pocos ricos.
Para otros, es invertir en una tecnología necesaria para mantener la biodiversidad.
De momento, Beth sigue liderando este proyecto como un Lázaro de la biología.