Citius. Altius. Fortius. Es el lema de los Juegos Olímpicos. La promesa de que la gloria eterna le espera a aquellos que sean más rápidos, más altos y más fuertes que sus rivales. Pero la verdadera belleza del deporte está en los intangibles. La inteligencia, el estudio del juego, el liderazgo, el respeto por uno mismo y por el rival, y sobretodo, la valentía de animarse a hacer historia. Hoy hablamos con Rubén Magnano, el argentino que entendió esto mejor que nadie, y supimos por qué es una de las persona más importantes en la historia de nuestro deporte. Disfruten la claridad de sus conceptos y sus ideas, porque al igual que su persona, trascienden el básquet para convertirse en una manera de ver y jugar el juego de la vida.