En este capítulo nos encontramos con la llegada de Jesús a Jerusalem, aprovechemos este momento para abrir nuestro corazón y que el Señor entre con toda su Gloria a nuestro ser.

En este capítulo el Señor nos vuelve a confirmar la importancia de la oración, de tener un corazón dispuesto y que realmente podamos confiar en Él y cada día soltar más el control de nuestras vidas a su voluntad.

En este capítulo el Señor nos manda nuevamente al perdon, también a tener una fe muy grande donde Él sea siempre lo más importante y a siempre a estar muy agradecidos con Él por todo lo que nos regala cada día.

En este capítulo seguimos con ese llamado que nos da el Señor de sentirnos necesitados de su gracia y de su amor, además nos exorta a seguir renovando cada día nuestro camino a su lado.

En este capítulo nos encontramos con esa alegría que sentimos cuando de corazón nos volvemos al Señor y tenemos ese encontró con Él, nos muestra en la parábola del hijo prodigó todo ese amor que nos tiene.

En este capítulo el Señor nos regala una gran revelación acerca de la importancia de ser humildes con los demás, para que en el momento justo el nos exalte y nos honre con su amor.

En este capítulo el Señor nos invita a un cambio en nuestras vidas, a seguir renovando todo nuestro ser de su mano y a seguir dando ese fruto de compartir la obra que el está haciendo en nuestras vidas con los demás.

Continuamos en este capítulo con un gran llamado, el Señor nos muestra la importancia de renovar nuestras vidas y reorganizar nuestras prioridades para ponerlo a El, en ese primer lugar y poder descansar en su voluntad.

En este capítulo, el Señor nos enseña a orar, nos muestra cuan importante es mantenernos en el camino de Fe una vez empezamos en el, para no empeorar nuestra situación, además nos regala una exhortación impresionante cuando vamos caminando de su mano.

En este capítulo recibimos una revelación espectacular sobre sobre el amor de Dios, el envío que tenemos todos los creyentes y nos recuerda la importancia de ser constantes y estar siempre unidos a el para poder recibir ese poder y autoridad que El nos quiere dar.