Bitácoras Errantes

Amigos errantes, llegamos al final de la primera temporada. Tomaremos un tiempo para encontrar más anécdotas y regresar con historias que los hagan disfrutar.  Mientras tanto les dejamos esta nueva entrega:

Henry Valentine Miller nació en 1891 en Nueva York, ciudad que detestaba y criticó fuertemente. Vivió en también Francia y un año en Grecia. Hasta que se trasladó a Big Sur, en California.

Mientras vivía en Francia, Miller decidió hacer un corto viaje a Londres que relata en su libro Nueva York. Ida y vuelta - Vía Dieppe-Newhaven, donde relata una anécdota que dio lugar a esta bitácora errante.

El prominente físico alemán Albert Einstein nació en 1879 en Ulm, Alemania. A lo largo de su vida residió en Münich, Milán, Zurich, Berna, Praga y Berlín. Cuando tenía apenas 26 años, creó la Teoría General de la Relatividad, que revolucionó el mundo científico.

Durante toda su vida el genial físico fue un humanista esclarecido, un pacifista consecuente y un violinista amateur.

La anécdota de viaje que les contaremos en esta oportunidad en bitácoras errantes ronda en torno a esta afición poco conocida del gran científico.

Angela Isadora Duncan nació en San Francisco, Estados Unidos, en 1877, y vivió buena parte de su vida en diferentes giras artísticas. La revolucionaria bailarina y coreógrafa es considerada la creadora de la danza moderna, que nombró como “la danza del futuro”.

El último año del siglo XIX, mientras millones de europeos se lanzaban a “hacer la América”, Isadora y su familia decidieron seguir el camino inverso, rumbo a Londres, donde vivieron esta anécdota de viaje que les contamos en una nueva entrega de bitácoras errantes.

Guía para viajeros inocentes fue el libro que más ejemplares vendió en vida del escritor y allí relata sus aventuras durante la que se consideró la primera excursión organizada. Entre otras historias, con su sarcástico estilo Twain nos cuenta cómo se dedicó, junto a sus compañeros de viaje, a empujar los límites de la paciencia de los guías de turistas, una anécdota viajera que dio lugar a esta bitácora errante.

A lo largo de su agitada vida residió en Guanajuato, Ciudad de México, Taxco, París, Barcelona, Estados Unidos e incluso pasó una temporada en Sudamérica.

El artista y militar es considerado uno de los tres grandes muralistas mexicanos junto a Diego Rivera y José Clemente Orozco.

En su autobiografía, que tituló Me llamaban el Coronelazo, Siqueiros dio testimonio de las muchas aventuras que aderezaron su vida, incluida una divertida anécdota de viaje que protagonizó en Calcuta, India, y que les contamos en esta nueva entrega de bitácoras errantes.

El inmenso genio de Marie Curie no la libraba de cierta candidez… ¿o acaso se trataba de su talante científico que la llevaba a cuestionarse hasta lo que parece evidente? Lo cierto es que quienes la acompañaron durante una travesía en barco por el Atlántico tomaron nota de una interesante anécdota viajera, que dio lugar a esta bitácora errante.

Todos cuantos conocían bien a Pablo Picasso, y la molestia que le causaba al famosísimo pintor viajar, se sorprendieron cuando aceptó una invitación para participar en el Congreso de Intelectuales por la Paz, que se celebraría en la ciudad de Wroclaw, en agosto de 1948.

La carta de su amigo John Stevens Henslow llenó de entusiasmo al joven Charles Darwin: le informaba que el capitán Robert Fitz-Roy estaba dispuesto a ceder parte de su camarote a quien aceptara unirse, sin salario, a la travesía del bergantín Beagle alrededor del mundo.

Durante una cena con el matrimonio Christie, el excéntrico mayor Ernest Belcher invitó a Archie a ser consejero financiero de la misión que recorrería gran parte de los Dominios del Imperio Británico alrededor del mundo con el objetivo de promover la Exposición del Imperio Británico, que tendría lugar en Londres en 1924. “Agatha, usted podría venir también. Le gusta viajar, ¿no es así?”, tentó Belcher a la escritora de novelas policiales que, por entonces, tenía 32 años y tres libros publicados.