Tener un mentor es importante para crecer en la vida: personal y profesionalmente. Los mentores juegan un papel grandioso, nos asesoran y orientan a hacer lo correcto. Desde muy pequeños estamos rodeados de mentores: padres, familiares, maestros, pastores, jefes en el trabajo, etcétera. En la vida debemos ser agradecidos con esos mentores de lo bueno y malo que nos enseñan, porque tener un mentor es un privilegio.