En el año 1969 el Trompetista Miles Davis, uno de los músicos de Jazz más importantes del panorama, sorprendía a todo el mundo con un disco, con una canción en cada cara y un sonido totalmente distinto a lo que se había escuchado en el Jazz hasta el momento. Aquello sonaba, eléctrico.
Algo había hecho un clic en la mente de Miles Davis, así que se olvidaba del cuarteto que le había acompañado en el Kind Of Blues. Sin Coltrane, Cannonball Adderley o Bill Evans, llamó a Herbie Hankock y a Chic Corea para que cambiaran el piano por un teclado electrico y fichó al Guitarrista John McLaughlin a falta de Jimmy Hendrix. También contaria con Wayne Shorter o Joe Zawinul. Como siempre, Miles Davis, sabia rodearse de verdaderas estrellas.