El

despampanante éxito de Bad Bunny a nivel global ha allanado el camino para una

nueva generación de artistas urbanos en Puerto Rico. Partiendo

del trap latino pero con miras al reggaetón, el r&b, el pop, el hip hop y

hasta la balada romántica, nombres como Jhay Cortez, Lary Over, Myke

Towers, Casper Mágico, Alex Rose, Miky Woodz y Noriel aspiran a seguir los

pasos del ‘conejo malo’.

Algunos de

ellos coinciden en ‘Bendecido’, el disco donde Bryant Myers rinde homenaje al

movimiento y reflexiona sobre el lugar que ocupa en el mismo arropado por

nombres consagrados como Nicky Jam y Farruko.

Ya

convertido en una figura destacada a sus 22 años, a lo largo de tres discos el

boricua ha ido encontrando su voz dentro de una escena súper poblada, que a

veces corre el riesgo de caer en la repetición. Bryant Myers logra evadir

esa sensación de dèjá vu gracias a su flow tan particular (pegadizo, suave,

melódico) y unas letras por encima de la media.

Valga como

ejemplo ‘Sé fuerte’, donde logra superar la típica historia de amor desde la

perspectiva del hombre poniéndose en la piel de la mujer. Tampoco es que

sea un tema de empoderamiento femenino, como han dicho algunos medios, pero sí

cambia las reglas del juego de un género que ha caído demasiadas veces en el

fango del machismo. Bryant Myers demuestra que el trap latino tiene futuro

más allá de las modas.

José Fajardo