En momentos de tribulación, cuando todo parece desmoronarse a nuestro alrededor, es fácil sentirnos perdidos y desesperados. Pero ¿qué pasaría si tuviéramos a alguien en quien confiar, alguien que nos brindara su amparo y fortaleza, alguien que nos ofreciera su pronto auxilio? Ese alguien es Dios. Él es quien nos sostiene en los momentos difíciles, quien nos da la fuerza para seguir adelante y quien nos ayuda a encontrar el camino correcto. Por eso, es importante recordar que en medio de las dificultades, podemos encontrar refugio en Él. Así como dice Salmos 46:1: 'Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones'.