Yo me acosté y dormí,Y desperté, porque Jehová me sustentaba.

Salmos 3:5

13 El corazón alegre hermosea el rostro;

Mas por el dolor del corazón el espíritu se abate.

13 El que da mal por bien,

No se apartará el mal de su casa.

32 El que tiene en poco la disciplina menosprecia su alma;

Mas el que escucha la corrección tiene entendimiento.

23 El que guarda su boca y su lengua,

Su alma guarda de angustias.

17 Mejor es un bocado seco, y en paz,

Que casa de contiendas llena de provisiones.

29 No intentes mal contra tu prójimo

Que habita confiado junto a ti.

2 Socórreme y líbrame en tu justicia;

Inclina tu oído y sálvame.

9 Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir?

¿Cuándo te levantarás de tu sueño?

18 Sea bendito tu manantial,

Y alégrate con la mujer de tu juventud,