Tu cabeza es una habitación abarrotada; pensamientos, proyecciones, ideas sobre ti, esperanzas, adicciones, miedos, rechazo y deseos. Puedes hacer que caiga esa carga. ¿Puedes empezar a vivir desde el silencio sin que por ello dejes de disfrutar de tu vida? Sí, puedes. Si tú quieres.