C. Mantente alerta sólo en favor de Dios y de Su Reino.
No permitas que entre en tu mente ninguna duda acerca de tu existencia o, de lo contrario, no podrías saber con certeza lo que eres. La certeza es el regalo que Dios te hace. La verdad no requiere vigilancia, pero las ilusiones sí.
C. Mantente alerta sólo en favor de Dios y de Su Reino.
No permitas que entre en tu mente ninguna duda acerca de tu existencia o, de lo contrario, no podrías saber con certeza lo que eres. La certeza es el regalo que Dios te hace. La verdad no requiere vigilancia, pero las ilusiones sí.