La Operación Exeporter, la invasión aliada de la Siria controlada por Vichy (actual Líbano) comenzó en la medianoche del 8 de junio de 1941.
Fue un acto de desesperación lanzado porque había que salvar la vital arteria británica de Suez. La presencia francesa de Vichy en la región suponía una amenaza. Con Rommel entrando en Egipto desde el oeste, y Grecia, incluyendo Creta, recién caída ante los alemanes, el menguante punto de apoyo mediterráneo de Gran Bretaña estaba siendo letalmente exprimido. Un ataque del Eje desde Siria en ese momento podría resultar catastrófico.