Reconoce. Si no te desprendes de las emociones del pasado, no podrás
crear un nuevo futuro. ¿Qué emoción era la que querías desmemorizar? Recuerda la sensación que te producía en el cuerpo... Y reconoce el estado mental habitual que te provocaba.
Admite. Es hora de contactar con el poder que hay dentro de ti, de conocerlo y decirle lo que quieres cambiar de ti. Empieza admitiendo quién has estado siendo y qué has estado ocultando. Háblale en tu interior. Recuerda que este poder es real. Ya te conoce. Aunque no te juzga, solamente te ama...Dile: «Conciencia universal que hay en mí y a mi alrededor, he estado
siendo y quiero cambiar de veras este limitado estado del ser». Declara. Es hora de liberar el cuerpo de la mente, de cerrar el vacío entre quien aparentas ser y quien eres, para liberar tu energía. Libera tu cuerpo de los vínculos emocionales habituales que te mantienen conectado a todo, a cualquier lugar y a todo el mundo de tu realidad pasada y presente. Es el momento de liberar tu energía. Quiero que digas la emoción que deseas cambiar en voz alta y que la liberes del cuerpo y del entorno. Di en voz alta qué emoción es... ahora... Entrega. Y ahora ha llegado el momento de entregar este estado del ser a una mente superior y de pedirle que te lo resuelva del modo más adecuado para ti. ¿Puedes darle las riendas a una autoridad superior que ya
tiene las soluciones? Entrégate a esta mente infinita y comprende que esta inteligencia es absolutamente real. Sólo espera llena de admiración y dispuesta a echarte una mano. Sólo te responde cuando le pides ayuda. Entrega tus limitaciones a una inteligencia omnisciente. Abre simplemente la puerta, dale tus limitaciones y abandónate por completo a ella. Deja que se las lleve. «Mente infinita, te doy mi . Llévatela y resuelve esta emoción con tu mayor sabiduría. Libérame de las cadenas del pasado.» Siente ahora la sensación que te produciría saber que
esta mente se está llevando la emoción que habías memorizado...
Observa y recuerda. Asegúrate ahora de que ningún pensamiento, conducta o hábito te pase desapercibido y te haga volver a tu antiguo yo. Cerciórate de advertir esos estados inconscientes de la mente y el cuerpo: ¿qué solías pensar cuando te sentías de ese modo? ¿Qué te decías? ¿Qué voz en tu cabeza ya no quieres aceptar como tu realidad? Observa estos
pensamientos... Empieza a distanciarte del programa. ¿Cómo te comportabas antes? ¿Qué era lo que decías? Sé consciente de esos estados inconscientes hasta el punto de que no se te vuelvan a pasar por alto nunca más... Empezar a objetivizar la mente subjetiva, empezar a observar el programa, significa que tú ya no sigues siendo el programa. Tu objetivo es
ser consciente. Recuerda quién no quieres seguir siendo, cómo no quieres seguir pensando, cómo no quieres seguir comportándote y cómo no quieres seguir sintiéndote. Conoce todos estos aspectos de tu antigua personalidad y simplemente obsérvalos. Con una firme intención, decide no seguir siendo esa persona y deja que la energía de tu decisión se convierta en una experiencia memorable... Redirige. Ha llegado la hora de jugar a «¡Cambia!»
Crea. ¿Cuál es la mejor expresión de ti que puedes ser? ¿Cómo pensarías y actuarías si fueras esa gran persona? ¿Cómo viviría esa clase de sujeto? ¿Cómo amaría? ¿Qué sensación te produciría esta grandeza? Ahora quiero que pases a otro estado del ser. Es hora de cambiar tu
energía y emitir una huella electromagnética totalmente nueva. Cuando cambias tu energía, tu vida cambia. Deja que el pensamiento se convierta en la experiencia y que esta experiencia produzca una emoción elevada para que tu cuerpo empiece a creer emocionalmente que tu yo futuro ya existe ahora... Manda nuevas señales a nuevos genes, indícale al cuerpo que se adelante emocionalmente al evento deseado, enamórate de este nuevo yo ideal, abre el corazón y condiciona de nuevo a tu cuerpo a una mente nueva..