Jair Bolsonaro y su concepción dictatorial y
militarista del gobierno, en permanente disputa con los derechos humanos, ha
despertado multitud de críticas en Brasil. Las comunidades indígenas, los
activistas a favor de la diversidad sexual, el mundo de la cultura. Entre estos
últimos destaca la voz de un señor de 77 años que fue encarcelado durante su
juventud por luchar por la libertad. “El fascismo está mostrando sus garras”,
dice Caetano Veloso.
Es en ese contexto de
agitación social y oposición frontal al gobierno de su país cuando el icono del
movimiento del tropicalismo que revolucionó la música brasileña a finales de
los 60 sorprende con un nuevo disco. Esta mirada a canciones antiguas de su
repertorio junto al joven y brillante clarinetista Ivan Sacerdote tiene mucho
de (auto)reivindicación pero también de una cualidad que nunca le ha
abandonado: el ansia de seguir aprendiendo.
El álbum está dividido en
dos sesiones de grabación, entre Salvador de Bahia y Nueva York. Reúne temas
que van desde ‘Trilhos urbanos’ (1979) hasta ‘Você não gosta de mim’ (1998).
Ivan Sacerdote hace gala de su formación clásica y unos profundos conocimientos
de la tradición popular de su país y su interés por el universo del jazz.
Combina a la perfección con un Caetano que, lejos de perder el poder su voz,
con el tiempo va puliendo sus cualidades: esa belleza sutil repleta de matices.
José Fajardo