Cuando Daniel Ledesma regresaba a su casa una tarde de verano, sintió un aroma parecido al chocolate. Por sus conocimientos en gastronomía, pensó que podía ser cascarilla, pero le pareció raro porque no es propia de Santiago. Siguió el humo y cuando encontró el fuego, se dio con una gran cantidad de algarrobas que ardían. Se llevó un poco a su casa y por curiosidad comenzó a analizarlo en su cocina. Así nació "El Don Santiagueño", un emprendimiento conocido por fabricar y comercializar café de algarroba en distintos territorios. El café viajó hasta el Vaticano y lo probó el propio Papa Francisco con mucho gusto, acompañado de una imagen de Mama Antula.

"Nuestros pueblos originarios eran atléticos, vivían en el monte, energizados, sin padecer los trastornos que tiene hoy nuestra población en la actualidad. Se alimentaban bien con los frutos del monte, entre ellos la algarroba que es un gran energizante", dijo Daniel en la mañana de #BuenasNotas.