¿Y tú sabes escuchar? ¿Practicas lo que escuchas? ¿Practicas lo que predicas? Hoy compartimos una lectura preciosa del libro de Santiago que nos invita a ser lentos para hablar y prontos para escuchar. Cuando practicamos una escucha activa, damos la oportunidad a la otra persona de sentirse vista, amada, entendida y escuchada. Así que regálanos un poquito de cariño y escucha este episodio 😉