A nuestro Señor Jesús le interesa claramente que nosotros como seguidores nos caractericemos por la humildad, el amor y la disposición a perdonarse mutuamente. Dios se glorifica en ello.

Jesús es “transfigurado”, es decir, su apariencia física se transforma radicalmente en un momento milagroso.

¡Jesús es la plenitud y gloria de Dios que se acercó a nosotros para que pudiéramos acercarnos a Él!

En la tierra el tiempo que estemos aquí, es diminuto comparado con el tiempo que estaremos en la eternidad. Así que es imperativo que nos hagamos esta pregunta:

¿Voy a ser como los lideres religiosos que no quisieron ver a Jesus como el Salvador del mundo para no tener que renunciar a sus privilegios terrenales?

Es interesante que podemos ver en la escritura que Dios nos llama a creer.

"No te llame a resolver sino a CREER" ¿Como respondemos a eso?

DIOS permite muchas pruebas en nuestras vidas:

A veces te quita todo, a veces te lleva a un desierto, aveces te lleva a una TORMENTA; de cualquier MODO LA SOLUCION SIGUE SIENDO EL.

En una relación sincera con Dios, el Reino de los Cielos crece dentro de nosotros de manera indetenible, abarcando y dando fruto en todas las áreas de nuestra vida.

La semilla es la Palabra de Dios; los varios terrenos representan diferentes clases de corazones; y los diferentes resultados muestran las diferentes respuestas a la Palabra de Dios.

¿COMO RESPONDEMOS HOY? ¿Escuchamos la voz de Dios o escuchamos otras voces?

Necesitamos dejar al Espiritu de Dios que guíe y transforme nuestras vidas, de lo contrario estaremos dando autoridad a las huestes del mal y opresión demoniaca que controle nuestras vidas.

Jesús dirige Su invitación a TODOS los que estaban trabajados y cargados, NO excluye a nadie.

Él llamó a todos aquellos que sentían necesidad de ir a Él para aliviar su alma en lugar de tratar de vivir buscando ser autosuficientes.

Jesús no vino para renovar a Moisés, ni siquiera para mezclar la ley con la gracia. ¡Vino con una nueva vida!