Katy tenía 40 años y había intentado de todo: gimnasio, yoga, clases dirigidas… pero siempre acababa dejándolo. Le faltaba constancia, pensaba que ya era tarde para cambiar y la báscula no le motivaba.

Seis meses después de empezar con nosotros en Malagaentrena, no solo ha perdido varias tallas y ha fortalecido sus rodillas, sino que ha integrado el entrenamiento en su vida diaria de forma natural. Lo que antes parecía imposible ahora es parte de su rutina, y ha conseguido retos que nunca imaginó, como subir un 3000 en la montaña con mochila a la espalda.

Más allá del físico, Katy ha ganado confianza, energía y calidad de vida. Y lo más importante: ha descubierto que entrenar no tiene por qué ser un sacrificio, sino una forma de sentirse bien consigo misma.

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Te acompañaremos con un plan adaptado a ti y un seguimiento real para que descubras lo que eres capaz de lograr.