En el episodio de hoy te propongo meditar caminando. Es un tipo de meditación activa muy habitual cuando se hacen meditaciones largas porque sirve para desentumecer el cuerpo. Aunque sepamos caminar desde bebés, nunca nos paramos a ver los matices. Vamos siempre con el piloto automático, con lo que, al hacer esta práctica, tenemos la ocasión de poder conocernos mejor. «Caminante, no hay camino; se hace camino al andar». Cada paso hace mi camino, pero también lo deshace, puesto que avanzo hacia el futuro y dejo atrás el pasado, permaneciendo en el presente con cada pisada, desautomatizándome y abriendo mi mente y mi corazón.