UNA HISTORIA DIGNA DE CONTAR
Graciela Zavattiero PARAGUAY
Hace prácticamente ocho años atrás, Graciela se encontraba
en el consultorio escuchando el resultado de la biopsia que se realizó a un
tumor en su pecho el cual aparentemente era benigno.
El resultado, un cáncer de mamas de grado cuatro, el grado
luego sólo vi que el doctor movía los labios. Yo ya no escuchaba, lo único que
había en mi cabeza era interrogantes. ¿Por qué? ¿Cómo voy a hacer? ¿Cómo voy a
Nos relataba Graciela que luego continuó diciendo:
- "Mi mayor interrogante era ¿cómo se lo digo a mis
hijos? Porque hacía tres meses que había perdido a mi hijo mayor y hacía apenas
un año y unos poquitos meses que había perdido a mi marido, el amor de mi vida.
Tenía que enfrentar a mis hijos, que habían perdido a su hermano hace tres
meses y habían perdido a su papá, para decirles que yo tenía cáncer. No era
Salió del consultorio y solamente deambuló por las calles
sin saber qué hacer, porque no estaba vulnerable, estaba partida a la mitad por
la pérdida de su hijo. A eso se le sumó un diagnóstico de cáncer.
En un momento paró, y supo que tenía dos opciones; o se
rendía, o multiplicaba las pocas fuerzas que le quedaban. Algo desde adentro la
impulsó a tomar la segunda opción. Decidió que debía multiplicar sus fuerzas, y
con esa actitud fue a su casa y dijo sus hijos: “tengo cáncer”.
Así comenzó su batalla. Luego vinieron los tratamientos,
cirugía para remover el cáncer, sesiones de quimioterapia, más todos los
análisis para verificar si el cáncer había hecho metástasis.
tomé con mucha seriedad. Seguí fielmente todos los controles y todos los
estudios, y lo sigo haciendo. Y lo que podía tomarlo con humor, lo tomé con
humor. Cuando quedé sin cabello decía a mis hijos, “no tengo un pelo de tonta”.
Esa es una actitud positiva. Esa es la actitud de una
persona que a pesar de las mayores dificultades que la vida le ha presentado,
decidió que quería vivir.
al cáncer. Sentí que el cáncer no me estaba invitando a morir, el cáncer me
estaba invitando a vivir.
Espero que su historia sirva de inspiración para muchas
personas, que decidan enfrentar las dificultades de la vida con la misma
actitud. Tomar en serio lo que debe ser tomado en serio, y tomar con humor todo
aquello que puede ser tomado con humor.
Graciela ha escrito un hermoso poema en el cual puede volcar
y transmitir todas esas emociones y sentimientos por los que ha pasado durante
su batalla contra el cáncer. LLAMADO